miércoles, 25 de septiembre de 2013

0 "La tregua" de Mario Benedetti (1960)

Cuando se piensa en Mario Benedetti, la mayoría de las personas lo asocia con su faceta como poeta;  seguramente más de uno de ustedes ha dedicado "Táctica y Estrategia" o quizá "Hagamos un trato", poemas en donde queda claramente demostrada la capacidad de Benedetti para explotar la belleza del castellano. Sin embargo, este escritor uruguayo también exploró otros géneros como la novela, el cuento  y el ensayo. 

"La tregua", publicada en 1960, es una novela escrita a manera de diario que se desarrolla a finales de la década de los 50 en la ciudad de Montevideo. El personaje principal, Martín Santomé, es un hombre a punto de cumplir 50 años y a sólo un par de meses de jubilarse, después de una vida trabajando como empleado en una empresa. Viudo desde hace años y con tres hijos adultos, la vida de Martín transcurre sin mucha novedad, yendo de la casa a la oficina, visitando algún café de vez en vez y preguntándose qué hará con tanto tiempo libre cuando finalmente deje su empleo.

A través de su diario, Martín Santomé narra los acontecimientos cotidianos en la oficina, lo desesperante que encuentra a sus subordinados, la difícil relación con sus hijos, sus amistades, entre otras cosas. A primera vista, existen pocos sobresaltos en la vida de este personaje, hasta que un día, un grupo de nuevos empleados llega a la empresa. Dentro de este grupo, se encuentra Avellaneda, una joven veinteañera, que "no es una preciosura, bueno, sonríe pasablemente, algo es algo." y que poco a poco va llamando la atención del protagonista.

A pesar de la diferencia de edades, Santomé se enamora de Avellaneda y decide confesarle su amor. Así, se establece entre ellos un vínculo, "una especie de convenio entre mi amor y su libertad". Esta nueva relación le da a Santomé nuevos bríos, despierta en él nuevas inquietudes acerca de la felicidad, del amor, de la existencia de Dios. Avellaneda se convierte en ese elemento que lo despierta de su letargo, que lo saca de la rutina y que lo obliga a mirar hacia el futuro.

Es una historia de amor entre dos personas que a pesar de sus diferencias, encontraron un alivio a sus propias carencias. Aun cuando existe el elemento de la brecha en la edad de los protagonistas, Benedetti sale del lugar común de centrar el conflicto ahí. Por el contrario, la relación no surge súbitamente, no es una atracción inmediata y se va construyendo a partir de que Santomé descubre en la cotidianidad el encanto de Avellaneda. Debo admitir, que me resistía un poco a leer este libro, por un momento pensé que quizá me encontraría con un texto cursi. Estaba equivocada por completo, el amor que siente Santomé por Avellaneda sucede de una forma tan natural que para cuando llegan las frases dulces y tiernas, el lector ya está lo suficientemente conmovido para disfrutarlas. Además, es innegable que Benedetti tenía el don de encantar a través de la belleza del lenguaje.

Un dato que agregar es que esta obra ha sido llevada al cine, al menos en dos ocasiones. La primera, una versión argentina en 1974 que fue nominada al Óscar como Mejor película extranjera. La segunda, una versión mexicana de 2003 que, con justa razón, fue destrozada por la crítica. En ambos casos, después de leer el libro es difícil sentirse complacido con la interpretación que hacen de la novela, es muy complicado sustituir al "Santomé" o a la "Avellaneda" que ya nos hemos forjado en la mente. Definitivamente en este caso, mi recomendación sería leer la novela y correr despavorido si alguna vez se topan con las películas.

En pocas palabras, con un final inesperado, "La tregua" es consistente de principio a fin, el foco no está en la relación con Avellaneda, sino en qué representa esta relación en la vida de Santomé, qué trastoca en su propia mente y dónde se ubica en la historia de este viudo que llega a los cincuenta y todavía no sabe qué será de su vida cuando "el tiempo esté a sus órdenes".

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