"Se casaron y vivieron felices para siempre" es una frase que no aplica en todos los casos . La vida conyugal puede traducirse en innumerables escenarios tanto positivos como negativos y cada quien puede hacer la interpretación que le convenga según la experiencia vivida. Esta novela corta de Sergio Pitol es precisamente un retrato de la vida matrimonial de una pareja aparentemente normal. Él, un empresario dedicado a la hotelería que ha logrado alcanzar un nivel de vida más que aceptable y acceder a un círculo social privilegiado, haciendo uso de todos los recursos a su alcance, lícitos e ilícitos. Ella, una abnegada mujer interesada por el arte y la cultura que logró dejar atrás su origen humilde. A simple vista todo parece marchar muy bien; sin embargo, las apariencias engañan.
María Magdalena Cascorro, o Jacqueline Cascorró como ella misma se hace llamar, concibe su matrimonio con Nicolás Lobato como un verdadero infierno, siente hacia su marido una profunda aversión, un desprecio tan grande que carcomió su deseo de vivir y acabó con su dignidad. Tras vivir una relación llena de infidelidades y atropellos, la salud mental y física de Jacqueline ha quedado sumamente mermada. Ella, como mujer práctica y con iniciativa que es, decide que el mejor remedio para su situación es matar a su marido.
Utilizando fundamentalmente la sátira, el autor narra las peripecias de Jacqueline en este proceso de matar a su esposo con el fin de librarse de él y gozar plenamente de su fortuna. A pesar del ahínco con el que esta mujer planea llevar a cabo este crimen, siempre termina envuelta en situaciones inesperadas que resultan muy chuscas. Sus continuas crisis emocionales, la torpeza de sus amantes, su compulsión por acceder al círculo de los intelectuales, hacen de Jacqueline un personaje entrañable, una mujer a la que todo lo que posiblemente puede salir mal le sale mucho peor.
El humor negro y el lenguaje coloquial que utiliza Pitol hacen de "La vida conyugal" una lectura amena y divertida. Me parece que esta novela se aparta un poco de las expectativas que genera, en lo personal yo esperaba un relato más centrado en la vida conyugal de esta pareja, en sus conflictos y desencuentros, en cambio, está enfocada en la perspectiva de Jacqueline acerca de su matrimonio. Conocer la perspectiva de sólo una de las partes hace difícil que la gente casada pueda identificarse. La vida conyugal da para describir muchas situaciones cómicas derivadas de la convivencia cotidiana; sin embargo, el relato de Pitol se constriñe a la inestabilidad emocional de Jacqueline y a su insatisfacción, al punto que pareciera que su matrimonio no es tan malo como ella piensa.
Es una obra entretenida, pero prescindible, creo que es el tipo de libro útil para matar el tiempo mientras esperas a que te atienda el médico, no más. Existe también una versión cinematográfica de 1993 dirigida por Carlos Carrera que tampoco destaca, además de que la adaptación omite algunos aspectos importantes de la novela.
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