Durante uno de sus acostumbrados paseos
dominicales por las calles londinenses, el conocido y respetado abogado Gabriel
John Utterson escucha la siniestra historia de Míster Edward Hyde, un hombre
infame y mezquino, tan repugnante en su apariencia como en su modo de actuar,
cruel y despiadado. La aparición de este maligno personaje se vuelve una
constante preocupación para Utterson, especialmente porque descubre que este
demonio de apariencia humana, que además es el principal sospechoso de un
terrible asesinato, se encuentra relacionado de alguna manera con su amigo, el doctor
Henry Jekill, un distinguido hombre de ciencia, cuya personalidad y reputación
contrastan radicalmente con las de Mr. Hyde.
¿Qué extraños vínculos unen a estos dos
individuos tan dispares? ¿Quién es realmente Mr. Hyde y de qué sucias artimañas
se vale para contar con los favores del doctor Jekill? ¿Cómo es que un hombre piadoso,
sereno y afable como Henry Jekill, puede contar entre sus cercanos a un criminal
como Hyde? Preocupado por la seguridad de su amigo, el abogado Utterson se
propone resolver estos misterios, sin saber que está a punto de descubrir una
terrorífica historia de maldad, sufrimiento y autodestrucción.
La historia de Henry Jekill y Edward Hyde se
encuentra tan profundamente arraigada en la cultura occidental que, sin duda, estos
personajes forman parte ya de la mitología del horror contemporáneo. Si bien es
clasificada comúnmente en el género de terror, El extraño caso del Dr. Jekill y Mr. Hyde combina con soltura
elementos de la literatura policiaca, la novela psicológica y la tradición
gótica, dando como resultado un audaz y profundo estudio sobre la naturaleza humana,
que se le adelantó varias décadas a la psicología moderna.
Una de las características más notables de la
novela, sobre todo en comparación con las versiones de esta misma historia en
otros formatos, es la genuina y convincente atmosfera de misterio lograda por Robert
Louis Stevenson. A casi siglo y cuarto de haberse publicado por primera vez y tras
haber sido recreada en múltiples ocasiones en el cine y en la televisión, los
detalles de la trama han sido revelados una y otra vez, por lo que es muy
probable que conozcamos el secreto que une al Dr. Jekill y a Mr. Hyde sin
siquiera haber abierto el libro. En buena medida esto se debe a que en la
cultura popular, la historia se cuenta desde la perspectiva de Jekill o de
Hyde, y el vínculo que une a estos personajes no se mantiene como el secreto a
descubrir, sino que se utiliza como el elemento fantástico por el que la
historia merece ser contada. En contraste, en la versión original, publicada en
1886, los secretos que esconden míster Hyde y el doctor Jekill no se revelan
tan fácilmente, por lo que incluso quienes conozcan los detalles de antemano
disfrutarán de una buena historia de misterio y suspenso. En la novela, el
lector debe acompañar al abogado Utterson y a otros personajes en una serie de
pesquisas que tienen como objetivo descifrar el enigma que rodea al abominable
señor Hyde, sin embargo el doctor Jekill hará todo lo que esté en su alcance
para que la verdad sobre su protegido permanezca oculta.
El miserable Edward Hyde y su ingenuo y débil
mecenas, Henry Jekill, se muestran como disímbolos representantes de la
naturaleza dual del ser humano. Su historia es una alegoría de la constante batalla
del ser humano contra sí mismo y de la eterna disputa que mantienen el bien y
el mal dentro de cada uno de nosotros. La lección que trágicamente aprende el
doctor Jekill en esta novela imprescindible es que el bien y el mal no pueden desunirse
y continuar su propios caminos por separado, así como ninguno de los dos puede
triunfar sobre el otro: la victoria de cualquiera de estas dos caras del ser
humano representaría al mismo tiempo su propia derrota.
¡Un clasicazo ahí donde los haya! Para mi se trata de una de las mejores novelas de terror de la historia.
ResponderEliminar¡Un saludo!