Entrar en la mente de una persona y conocer sus más íntimos secretos y ambiciones es uno de los grandes privilegios que nos da la literatura. Acercarnos a los pensamientos y temores de un personaje nos permite entender el por qué de su comportamiento y las pugnas que se presentan al interior de alguien que experimenta un conflicto interno. "Al sur de la frontera, al oeste del sol" es una novela que permite precisamente esto, involucrarnos a tal punto en la mente del protagonista, que su angustia y frustración ante la vida que le tocó (o que eligió) la experimentamos como si fuera propia.
En esta novela, Murakami nos cuenta la historia de Hajime, un joven japonés que desde su infancia se sintió fuertemente incomprendido. Como hijo único, Hajime encontraba poca afinidad en sus compañeros y pasaba gran parte del tiempo solo, hasta que llega a su escuela una nueva compañera con la que entabla amistad. Shimamoto, una niña coja pero con una fuerte personalidad, se convierte en su única amiga, con ella comparte su afición por la lectura y la música y pasa "muchos de los momentos más felices de su vida". Con el transcurso de los años, las vidas de Hajime y Shimamoto toman rumbos distintos; sin embargo, para ambos el vínculo que los une se vuelve indisoluble.
Convertido ya un adulto, la vida de Hajime no es nada fuera de lo ordinario. Casado y con dos hijas, su principal ocupación es la administración de dos bares de jazz en una exclusiva zona de Tokio. A pesar de que su matrimonio y la relación con sus hijas va bien y de que sus negocios han resultado ser muy exitosos, Hajime siente un gran vacío en su vida. Una noche, entra en su bar una elegante y misteriosa mujer que resulta ser Shimamoto, su amiga de la infancia. A partir de ese momento, la vida de Hajime es trastocada por el reencuentro con Shimamoto y siente el impulso de dejarlo todo por estar con ella.
Gran parte de la novela está centrada en el conflicto interno que experimenta Hajime tras su reencuentro con Shimamoto, la narración de Murakami no sólo atrapa la atención del lector, sino que lo involucra en la mente del protagonista, conocemos de primera mano la turbación que se genera por la llegada de un amor que creía perdido. El lenguaje y la descripción que hace el autor de los sentimientos que experimenta el protagonista por una mujer de la que no sabe más de lo puede ver provoca en el lector un gran suspenso y ansiedad por conocer el desenlace.
La manera en la que va tejiéndose la trama en torno a un elemento en particular, en este caso, de la música, le da a la narración mucha ligereza y cadencia, es un texto que puede leerse fácilmente en algunas horas. Contrario a muchas otras novelas en donde el argumento se centra en la imposibilidad de que dos personas puedan estar juntas, Murakami lo lleva más al plano individual, donde cobra importancia el elemento del hijo unigénito. Las transiciones físicas y emocionales que experimenta el protagonista a lo largo de su vida están siempre vinculadas a su búsqueda de ese otro individuo que comprenda su naturaleza, su tendencia a la soledad y su egoísmo.
En general, es una novela fácil de leer, pero no por ello superficial, al contrario, Murakami logra transmitir sin problema la complejidad inherente a los seres humanos, el valor agregado diría que está en la intimidad que logra el autor con el lector, algo no muy frecuente en estos días.
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