Dentro de las novedades editoriales del 2013, llama la atención el libro de Khaled Hosseini, “Y las montañas hablaron”, que estará disponible a partir de este septiembre. Esta reseña está basada en la edición anglosajona que ya está a la venta con el título de “And the mountains echoed”. Seguramente muchos lectores estarán familiarizados con este autor por sus novelas “Cometas en el cielo” y “Mil soles espléndidos”, ambas best-sellers que dieron a conocer a este autor por todo el mundo.
Esta nueva novela narra la historia de Pari, una niña huérfana de madre que vive en el Afganistán rural. Abdullah, su hermano mayor, es su protector y existe entre ellos un inmenso amor fraternal y una conexión casi mística, juntos deben enfrentar la adversidad de vivir en la pobreza. Por circunstancias de la vida, durante su niñez, los hermanos se ven obligados a separarse y a vivir sin saber nada uno del otro. Pari crece lejos de su familia biológica y de su país natal superando las carencias materiales pero con un vacío emocional que la acompañará durante toda su vida. El autor presenta un mosaico de historias de personajes relacionados con Pari y Abdullah, las cuales construyen el argumento de la novela alrededor de los vínculos que tienen con los protagonistas, particularmente con Pari.
El libro es entretenido gran parte del tiempo a pesar de que el autor segmenta continuamente la historia central para narrar la de personajes secundarios. Esto tiene dos desventajas principales, desde mi punto de vista, por una parte, al ser un libro extenso (poco más de cuatrocientas páginas en la edición anglosajona) en ocasiones es difícil seguir el argumento central por la diversidad de historias y personajes secundarios que aparecen, algunos con nombres muy parecidos o incluso iguales al de otros personajes de la novela. Por otra parte, da la impresión de que la historia central no es lo suficientemente interesante como para sostener el libro por sí sola y es necesario recurrir a historias secundarias que lo complementen.
Es un libro que llama la atención por ubicarse en una realidad ajena a muchos de los lectores como lo es la realidad afgana; sin embargo, la visión de Hosseini es una sumamente occidentalizada de la situación en Afganistán, superficial en el sentido de que alude a acontecimientos históricos importantes como la invasión soviética o la instauración del régimen talibán, a través de los ojos de un “afgano de nombre” (como los que propio Hosseini critica en su novela) que ha estado fuera del país por décadas y cuyo vínculo con su tierra natal es más un asunto de nostalgia y remembranza que de consciencia. Es indudable que Hosseini conoce la fórmula para un best-seller: personajes vulnerables en un país conflictivo como Afganistán que deben superar una serie de dificultades. Además de esto, para quienes hemos leído las otras dos novelas de Hosseini, “Y las montañas hablaron” hace evidente lo parecidas que son. Las tres historias están ubicadas en Afganistán, un país con múltiples carencias y envuelto en grandes conflictos, además de que están centradas en dos personajes que comparten un vínculo indisoluble.
Es importante ubicar este libro en su justa dimensión, es una novela para pasar un rato entretenido, no da una visión fidedigna de la situación en Afganistán ni tampoco destaca por lo bien escrita. En mi opinión, de las tres novelas de Hosseini ésta es la menos afortunada, quizá porque después de las dos anteriores hay pocos elementos novedosos y pareciera que el autor está enfrascado en un mismo argumento. Finalmente, lo que hay que decir es que habrá que ver si en algún momento Hosseini es capaz de dejar Afganistán atrás para crear nuevas historias fuera de este contexto.